miércoles, 28 de agosto de 2013

LOS PRETEXTOS MÁS DUDOSOS QUE HA UTILIZADO EE.UU. PARA LANZAR UNA GUERRA

RT, 28/08/2013

[Un poco de historia: así es como nos han engañado...]


"El veredicto es claro: Al Assad usó armas químicas contra civiles", anunció la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Samantha Power. Eso, sin tener la conclusión de los inspectores. No es la primera vez que EE.UU. recurre a este sistema.

El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, señaló el lunes que EE.UU. está "casi seguro" de que el Gobierno sirio utilizó armamento químico, y reiteró la necesidad de una respuesta adecuada. El Reino Unido y Francia hicieron declaraciones similares. La cadena NBC filtró que los ataques con misiles contra Siria podrían ser lanzados "este jueves".

Los vídeos de Siria

El pasado 21 de agosto en los medios de comunicación estadounidenses aparecieron informaciones contradictorias sobre un presunto ataque con gases mortales en el suburbio oriental de Damasco, Guta. En YouTube hay numerosas grabaciones con imágenes de las víctimas, niños sobre todo. Sin embargo, el bloguero ruso Serguéi Filátov duda de la veracidad de los vídeos. Argumenta que algunos fueron colgados en la Red antes del propio ataque y acentúa que el personal médico que se ve al lado de las víctimas no toma medidas de precaución, aunque se sabe que el gas sarín se queda en la ropa durante varias horas y sigue siendo mortalmente peligroso. 

La historia mundial ya conoce casos en los que EE.UU. ha declarado la guerra apoyándose en pretextos dudosos o en provocaciones. A continuación les recordamos los casos más destacados.

La explosión del acorazado Maine

El 25 de enero de 1898 el acorazado estadounidense de segunda clase Maine entró en el puerto de La Habana sin haber avisado previamente de su llegada, lo que era contrario a las prácticas diplomáticas y fue calificado de maniobra intimidatoria y de provocación hacia España, que se mantenía firme en su rechazo a la propuesta de compra realizada por EE.UU. sobre Cuba y Puerto Rico. El 15 de febrero el Maine saltó por los aires. De los 355 tripulantes, murieron 256. El resto sobrevivió, ya que a la hora de la explosión gozaba de un baile en la ciudad dado en su honor por las autoridades españolas. Desde el primer momento EE.UU. sostuvo que la explosión había sido provocada por un artefacto externo y desataron una amplia campaña mediática. Investigadores españoles, por su parte, argumentaron que no podía tratarse de una mina, pues esta habría hecho al barco saltar literalmente del agua y habría dejado peces muertos en el puerto, algo que no había sucedido. Apelaron, además, al propio carácter de los daños que había sufrido la nave.

Estudios actuales concluyen que se trató de un estallido interno. Algunos apuntan a una explosión accidental de la santabárbara provocada por el calentamiento de los mamparos que la separaban de la carbonera contigua, que en esos momentos estaba ardiendo. En 1975, el Almirante de los Estados Unidos Hyman G. Rickover, llevó a cabo una extensa investigación que concluyó que "una fuente interna fue la causa de la explosión del Maine". El caso sirvió de pretexto oficial para la guerra hispano-estadounidense, que llevó a la futura independencia formal de Cuba e hizo a España ceder Filipinas, Puerto Rico y Guam a EE.UU.


El incidente del golfo de Tonkín

El 31 de julio de 1964 se inició la primera etapa de una patrulla de rutina en el golfo de Tonkín. El 2 de agosto, el crucero estadounidense Maddox fue interceptado por tres lanchas patrulleras de Vietnam del Norte. Según una de las versiones, la nave estadounidense había penetrado en las aguas territoriales vietnamitas. Cuando las lanchas se acercaron, Maddox les disparó tres salvas de advertencia, los barcos respondieron con torpedos y se produjo un intercambio de fuego con la participación de cuatro aviones de EE.UU. Los norvietnamitas se retiraron, cuatro de ellos murieron, mientras que ningún estadounidense resultó herido.

El 4 de agosto Maddox acompañado por un destructor realizaba otra patrulla, cuando radar, sonar y radio empezaron a dar informes electrónicos y visuales sobre otro ataque de la Marina de Vietnam del Norte. Durante dos horas los barcos dispararon contra objetivos de radar maniobrando con fuerza. Por la madrugada el capitán de Maddox envió un cable a Washington diciendo que por lo visto no había embarcaciones vietnamitas en la zona y atribuyó las señales electrónicas a la mar gruesa. Posteriormente, numerosos testimonios apoyaron la versión de que el ataque del 4 de agosto no existió. Sin embargo, en respuesta a las supuestas 'agresiones', el presidente Lyndon B. Johnson convocó el 7 de agosto al Congreso y recibió su autorización para emprender la Guerra de Vietnam, que arruinará la economía de EE.UU. y dejará un saldo de 47.378 estadounidenses caídos en combate, 10.799 fallecidos a causa de heridas, unos 150.000 veteranos que se suicidaron posteriormente y más de dos millones de vietnamitas civiles muertos.

Las operaciones Fuerza Deliberada y Fuerza Aliada

El 28 de agosto de 1995, durante la guerra de Bosnia (1992-1995), cinco proyectiles de mortero dejaron un saldo de 37 muertos y 90 heridos en el mercado de Markale de Sarajevo. A pesar de que las respectivas investigaciones mostraron unos resultados muy diferentes sobre qué parte del conflicto había podido lanzar los proyectiles, EE.UU. y los demás miembros de la OTAN no vacilaron en atribuir el ataque al Ejército serbobosnio y entre finales de agosto y mediados de septiembre de 1995 emprendieron la operación Fuerza Deliberada, la primera gran operación de combate de la OTAN desde su creación en 1949, que consistió en una serie de bombardeos sobre la República Srpska.

El 15 de enero de 1999 las fuerzas serbias de seguridad quitaron la vida a 45 residentes de nacionalidad albanesa del pueblo kosovar de Racak, argumentando que se trataba de paramilitares armados. La Agencia de Información de EE.UU. publicó un informe de expertos europeos que aseguraba que las víctimas eran civiles fusilados. Sin embargo, un grupo de expertos bielorrusos y finlandeses testimonió que los muertos tenían huellas de pólvora en las manos y que los cuerpos tenían balazos, pero no su ropa, lo que les hizo concluir que a los cadáveres les cambiaron de ropa para simular que eran civiles. El público general nunca tuvo acceso a esta información.

La masacre de Račak sirvió de pretexto para que Washington y sus aliados lanzaran un bombardeo de 78 días —entre marzo y junio de 1999— contra la entonces Yugoslavia. La llamada 'Operación Fuerza Aliada' se cobró la vida de 528 civiles, 88 niños entre ellos, y dejó el país semidestruido y contaminado con la radiación proveniente de armamento con uranio empobrecido usado por la OTAN.

Una entrevista y un modelo de ántrax falsificados

En 1990, durante la guerra del golfo Pérsico, una chica llamada Nariyah contó que en un hospital kuwaití soldados iraquíes agarraron las incubadoras y dejaron a los niños muriendo en el suelo frío. Sus palabras fueron transmitidas por las principales cadenas de EE.UU. y vistas por al menos 35 millones de estadounidenses. Siete senadores la citaron para apoyar el uso de la fuerza contra Irak. El entonces presidente George Bush mencionó esta historia al menos 10 veces durante las siguientes semanas. La niña era la hija del embajador kuwaití en EE.UU. La primera Guerra del Golfo dejó 2.278 bajas civiles en Irak y provocó una catástrofe ecológica sin precedentes: el Golfo resultó contaminado por unos 8 millones de barriles de petróleo, mientras que el desierto se quedó con unos 320 lagos de petróleo que tardaron una década en 'secarse'. 

En la reunión del 5 de febrero de 2003 del Consejo de Seguridad de la ONU, el secretario de Estado de EE.UU., Colin Powell, se presentó con un bote de polvo blanco, asegurando que era ántrax con el que Saddam Hussein estaba amenazando a la seguridad del mundo, y mostró otras pruebas de que Irak producía armas de la destrucción masiva. En 2004 admitió que una gran parte de las pruebas que justificaron la injerencia militar occidental en Irak no eran precisas. Ninguno de los informes de la inteligencia estadounidense que aseguraba que Hussein no disponía de armas de destrucción masiva se hizo público. La guerra de Irak dejó, según las fuentes, entre cientos de miles y 1,1 millones de bajas civiles.