lunes, 26 de agosto de 2013

"MÉDICOS" DETRÁS DE LAS REIVINDICACIONES DE ARMAS QUÍMICAS EN SIRIA ESTÁN AYUDANDO A LOS TERRORISTAS

Tony Cartalucci
Traducción de Mikel Itulain en su blog ¿Es posible la paz?



La "evidencia" sobre la cual occidente está apuntalando su narrativa sobre el Gobierno Sirio usando armas químicas contra un gran número de civiles depende hasta ahora completamente de afirmaciones hechas por "Médicos Sin Fronteras". En el artículo del New York Times: "Señales de ataques químicos detallados por Grupo de Ayuda", se indica:

"Un grupo de ayuda internacional, dijo el sábado que los centros médicos de apoyo próximos al sitio de un presunto ataque con armas químicas cerca de Damasco, recibieron más de 3.000 pacientes que presentan síntomas compatibles con la exposición a agentes nerviosos tóxicos en la mañana del ataque reportado.

De ellos, 355 murieron, dijo  Médicos Sin Fronteras.

La declaración es la primera que procede de una organización internacional que trabaja en Siria sobre el ataque del miércoles en las afueras del noreste de Damasco, la capital".

Si bien, a menudo, es descrita [MSF] por los medios occidentales como "independiente", nada podría estar más lejos de la verdad.

Para empezar, Médicos Sin Fronteras está totalmente financiada por los mismos intereses corporativos financieros detrás de Wall Street y de la política exterior global de Londres, incluyendo el cambio de régimen en Siria y del vecino Irán. En el propio informe anual Médicos Sin Fronteras (informe de 2010 se puede acceder aquí), incluye como donantes financieros: Goldman Sachs, Wells Fargo, Citigroup, Google, Microsoft, Bloomberg, de Mitt Romney Bain Capital, y una miríada de otros intereses corporativos-financieros. Médicos Sin Fronteras también cuenta con banqueros en su Consejo de Asesores incluyendo Beshel Elizabeth Robinson de Goldman Sachs.

Complicando aún más las apodadas reivindicaciones de "independencia" y "ayuda" de Médicos Sin Fronteras, está el hecho de que sus instalaciones médicas están situadas en regiones de Siria controladas por los terroristas, especialmente a lo largo de la frontera  norte de Siria con Turquía, miembro de la OTAN. En una entrevista con NPR, Stephen Cornish, de Médicos Sin Fronteras, reveló la naturaleza de la participación de su organización en el conflicto sirio, donde él explica que la ayuda está siendo enviada a regiones fuera del control del Gobierno sirio, y que su organización está de hecho poniendo en marcha instalaciones en estas zonas. Cornish admite [énfasis añadido]:

"Durante los pasados meses, hemos tenido un consultorio médico que fue abierto en el interior de una cueva. Hemos tenido otro que fue abierto en una granja de pollos y un tercero en una casa. Y estas instalaciones hemos intentado equiparlas todo lo mejor que hemos podido con suficiente tecnología moderna y con equipos médicos completos. Ellos en principio estaban tratando principalmente con combatientes heridos y gente que eran civiles que estaban siendo directamente afectados por el conflicto.

En otras palabras, las organización financiada por Wall Street estaba aportando apoyo a militantes armados y financiados por occidente y sus aliados en la zona, la mayoría de los cuales se ha visto que son luchadores extranjeros, afiliados con o perteneciendo directamente a Al Qaeda y a su de facto arma política, los Hermanos Musulmanes. Esta llamada organización de "ayuda internacional" es en realidad una pieza de la maquinaria militar encubierta volcada contra Siria y hace el rol de un batallón médico.

Los "hospitales" en Damasco que están siendo apoyados por Médicos Sin Fronteras están en zonas ahora bajo amenaza de ser retomadas por las fuerzas del gobierno, y es en estas instalaciones donde los medios de comunicación occidentales están recurriendo para la "evidencia" de que primero tuvo lugar un ataque químico y segundo, que fue el gobierno el que lo llevó a cabo. Lo que los medios occidentales no están diciendo a sus audiencias es que incluso Médicos Sin Fronteras admite que los miembros de su equipo no están presentes en esas instalaciones médicas y que solo les están enviando suministros -en otras palabras, esta evidencia es un rumor que ha emanado de las zonas controladas por los terroristas, solamente encubierto y manipulado como una evidencia real de una apodada organización internacional "de buena reputación".

En la propia declaración oficial de Médicos Sin Fronteras, se indicaba que:

"Desde 2012, MSF ha construido una colaboración sólida y fiable con redes médicas, hospitales y puntos médicos  en la Gobernación de Damasco, y ha estado suministrándoles medicamentos, equipo médico y apoyo técnico. Debido a importantes riesgos de seguridad los miembros de la plantilla de MSF no han sido capaces de acceder a las instalaciones.

Se explicó además que:

"MSF no puede confirmar científicamente la causa de los síntomas ni establecer quién es el responsable del ataque", dijo el Dr. Janssens".

Lo más probable de esperar es que la gran mayoría de  aquellos que lean las noticias simplemente acepten lo que dicen los medios occidentales y nunca se molesten en leer lo que realmente está haciendo Médicos Sin Fronteras en Siria o que han dicho realmente respecto al más reciente incidente. Una rutina similar fue utilizada en Libia, donde Human Rights Watch y Amnistía Internacional utilizaron su legitimidad intentando crear un pretexto para la intervención militar occidental allí.